sábado, 7 de julio de 2007
Mi zapato es mi casa.
¿Recuerdan esa película colombiana "La Vendedora de Rosas"? Hay una escena en que la protagonista le pregunta a un niño de la calle: "¿Y tus zapatos?", entonces el niño responde tranquilamente: "Para que zapatos si no hay casa". esta escena se me vino a la cabeza cuando vi a este personaje de la foto. Aferrado a su zapato.
Siempre he trabajado muy cercano a la gente real, a las personas en la calle, en la esquina, durmiendo en casuchas o simplemente debajo de un puente. Y pensé, voy a contar una historia que muchos no saben. un dato que hace muchos años un personaje extraño de la calle me contó de manera muy jocosa.
En la calle se duerme con los zapatos de almohada. Y no por comodidad, no por que en la mañana le duela la espalda o el cuello por la mala posición. No. la incomodidad del frió pavimento, es suficiente para que te duela todo el cuerpo. Los zapatos de almohada son para no despertar con la sorpresa de que además de conseguir para el desayuno-almuerzo-comida. tengas que iniciar tu día consiguiendo otros zapatos que te robaron en la noche mientras dormías.
Este personaje de la foto, un poco más creativo. y tratando de que no se congele al menos uno de sus pies. solo tomó un zapato. Un zapato entre sus manos, se aferra a él como su mas preciada pertenencia (debe serlo) es lo que le permite recorrer las ardientes calles asfaltadas de la capital del valle para conseguir su diario sustento, bien sea recogiendo papeles y desechos o pidiendo caridad en restaurantes. el debe hacer a diario un largo recorrido con esos desgastados zapatos. por eso es tan importante. Mientras, en las casas nuestras, (hagan un alto, caminen hasta su closet y cuenten cuantos zapatos que no usamos tenemos)¿increíble verdad? me imagino que no será como Imelda, La esposa de Ferdinand Marcos, a quien se le acusaba por tener mas de 10 mil pares de zapatos. mientras, su pueblo moría de hambre. Pero, en este punto del blog si lo ha leído y le interesó, yo los invito a que no importa a quien, pero debe haber alguien cerca a usted quien necesita esa prenda de vestir, ese par de zapatos que pasó de moda o tiene un pequeño razguño.
miren esta foto e imaginen que podría usted soñar si esta a la intemperie, con frió en un pié y aferrado a su mas preciado bien, Un zapato roto. ese zapato es su casa y su sustento. y así esta historia se repite en todo el país, en muchas partes de latinoamérica.
Finalmente los invito a la no indiferencia con esta gente que termina volviéndose invisible e incomoda. Antes de ir a visitar el nuevo centro comercial, el de moda, el ultimo tontodromo para mostrarnos y mirarnos los unos a los otros y para comprar zapatos caros para usar 2 meses. tomen esos zapatos pasados de moda y regáleselos a alguien que necesite.
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4 comentarios:
Que triste realidad, pero asi es, siempre damos la espalda a quien nos necesita. Ojala logres llegar a muchos como lo hiciste conmigo. Besos
creo que más que llegar a muchos, seria interesante que muchos hicieran algo a diario para cambiar la realidad.
Un aplauso por tu croniquilla. Genial, sentimental y fotográficamente exelente. No podía ser mejor la una sin la otra.
Don jorge? Quien será. gracias por su lectura. si una persona lee lo que escribo y esa persona piensa un poco en ese tipo de problemas que yo veo. este blogg sigue vivo.
gracias a los que me visitan.
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